Un nuevo aire para tu jardin

Hace poco más de un año que decidimos comprarnos una casa en la costa, la verdad es que es una idea que nos rondaba por la cabeza hace tiempo, pero con esto de que nunca es el momento no nos atrevíamos a dar nunca el primer paso, hasta que por fin nos decidimos, total es lo que nos íbamos a llevar. Cuando empiezas a mirar precios sobre todo en ese tipo de lugares casi que te das cuenta que te va a tocar estar pagando toda la vida, pero bueno, piensas en que para esos trabajas y que al final tu descanso va a ser un sitio de ensueño. Mira ya que estábamos metidos en faena ¿Por qué nos íbamos a comprar un piso si eso ya lo teníamos en nuestro pueblo? Yo quería una casa bonita con piscina y jardín, al final sería mi casa cuando me jubilara y al menos quería que fuese lo que tanto mi marido y yo esperábamos y sobre todo queríamos, así que comenzamos lo que fue la búsqueda de la casa perfecta y la verdad es que no tardamos en encontrarla.

La primera vez que la vimos sabíamos que estaba construida para nosotros tenía dos plantas, pero en la primera teníamos un dormitorio un baño salón y cocina lo suficiente para poder hacer vida allí sin tener que subir a la planta de arriba en caso necesario. Con vistas al mar y a la montaña, todo un lujo para cualquiera y que nosotros estábamos a punto de hacer nuestro. Lo que nos llamó la atención es que el césped que era natural no estaba muy bien cuidado tenía calvas y partes que se veían secas, por supuesto eso daba una peor impresión a un jardín con el que habíamos soñado toda la vida. Lo que ocurre es que no nos vino tan mal, ya que quienes nos la vendían al reconocer el problema nos la tuvieron que bajar de precio ya que nos tocaría arreglar ese desastre que con el tiempo habían dejado que se estropease.

La verdad es que no nos preocupó porque sabíamos que por menos de lo que pensamos íbamos a tener un césped en condiciones y mucho más barato que el natural, tanto es así que nos pusimos en contacto con un sitio que vendía cesped artificial barcelona y oye ahora sí que puedo decir que tengo en mi poder la casa perfecta.