Las 3 vias de financiacion que tiene un autonomo

Cuando hablamos de un autónomo, como te puedes imaginar, estamos hablando de una persona que no lo tiene nada fácil desde el punto de vista de la financiación. Y es que tiene que tener muy claro que todos los proyectos que quiera acometer, los tiene que hacer con los únicos recursos que pueda conseguir. Y claro, esto no siempre es sencillo y en el mejor de los casos el trámite que tiene que llevar a cabo es muy grande. Sin embargo, vamos a ver cuáles son las principales vías de financiación que puede tener un autónomo a día de hoy teniendo en cuenta la grave crisis económica que hay.

La primera vía de financiación con la que nos podemos encontrar es la que tiene que ver con las líneas de crédito que actualmente da el gobierno de España. Son líneas a las que cualquier autónomo puede tener acceso siempre y cuando cumpla con unos requisitos. Y claro, el principal problema es precisamente ese: los requisitos. Más que nada porque son muy exigentes y son nada accesibles para todos. Esto hace que haya muchos que se queden fuera de esta fuente de financiación y no tengan acceso a un dinero que podría serles de mucha utilidad.

Otra manera que tienen estas personas de conseguir el dinero que les hace falta es a través de los créditos rápidos. En algunas páginas web como en Creditosrapidos10min.com los pueden lograr. Si bien es cierto que tienen unos intereses que en algunos casos pueden muy elevados, lo cierto es que las condiciones son mucho más laxas. Eso les lleva a poder hacer frente a la deuda de una manera más o menos cómoda. Eso sí, estos préstamos se deberían solicitar siempre y cuando se tenga un plan económico detallado para poder evitar posibles riesgos y complicaciones monetarias en un futuro.

Para terminar tenemos que hablar de los recursos propios. Esta es una vía que siempre es complicada ya que estamos hablando de los ahorros que tenga el autónomo en ese momento. Sin embargo, lo cierto es que pueden darse casos en los que esta vía sea una de las mejores. Es cierto que al fin y al cabo arriesgas tu propio capital pero no hay duda de que no te endeudas ni tienes que hacer frente a pagos mensuales que pueden llegar a ser realmente elevados. Y esto puede ser un alivio sobre todo para los primeros meses de vida del proyecto.